jueves, 2 de mayo de 2013

Deth

Capitulo IV
Frustracion


La reconocí cuando entro, su piel morena cegó mis ojos y el danzar de su cabello con el aire me cautivo. ¡Por la Diosa cuanto había cambiado! Fue como una oleada de emociones golpearan mi rostro y me hicieran dar un mortal hacia atrás ¿Que esta haciendo ella en mi? Solo el impulso me llevo a caminar por los comedores hasta llegar a ella. Imbécil... ¿Ahora que debía hacer?
- ¿Aileen eres tu? - Sonreí ¿Que demonios estaba haciendo? Oh esto es una mierda. Claramente era ella.
- ¡Oh Deth! - Cruzo sus brazos en mi cuello. Ella olía a orquídeas negras y tulipanes, me fue diferente y de gran sorpresa. Pero había algo que sentía que no andaba nada bien. La mire a los ojos, no estaba ese hermoso color miel que solía tener, eran negros con pupilas blancas. ¿Porque cambiaron de color?
- Demonios - trate de decirle lo menos sobresaltado posible, en sus ojos detono un hilo escarlata. ¿Uhm escarlata? oh y su marca plateada ¿Plateada?
- Shaylin... te veo en el dormitorio, y si se como llegar. Gracias - Las miradas perdidas de los demás chicos, llamaron mi atención. Siete numero de la suerte, en este caso es al revés. Idiota nuevamente. Caminamos hasta el patio de atrás sin decirnos nada, la luna estaba completa, erradiando la belleza que siempre nos acompaña, su manto embellecedor cubría la casa de la noche con extraño afán. Diferente a todo los días que había estado ahí, fuese como si la Diosa se alegrara de ver a Aileen, mire su estatua y vi claramente como nos sonreía. Intrigado. ella era realmente especial para Nyx.
- Ha pasado mucho tiempo desde que te vi en el auto.
- Cuatro años, eras una niña - La conversación se tenso.
- ¡Claro! ¿pues que quería que fuera? ¿Hombre? nah para nada - Su risa era contagiosa. Aunque tratara de no verla fijamente no podía.
- No por supuesto que no - Trate de no mirar sus ojos.
- Es raro que no me hayas preguntado sobre mis ojos... Gracias pero aun así te lo diré - Me acerque un poco mas a ella.
- De acuerdo, no me opondré a ello.
- Realmente no tengo la menor idea porque mis ojos cambiaron de color - se quedo un momento pensativa -   solo se que cuando los abrí, Sandra me dijo que su color era distinto.
- ¿Sandra la que odiabas? - Fue una gran sorpresa que ella pronunciara su nombre con tanta naturalidad.
- Recuerda que el tiempo cambia las cosas, deteriora lo material y agranda los sentimientos, nunca odie a Sandra, solamente no tenia el tiempo para conocerla mejor.
- Me parece raro que provenga de ti y en efecto tienes razón sobre lo que dijiste - Ella se encogió de hombros y me miro.
- ¿Como aceptaron tus padres el hecho de que fuiste marcado Deth? - Sentí la curiosidad crecer dentro de ella esperando a que yo le dijera algo.
- Para nada bien, mi madre es una mujer de fe cristiana y me dijo que eso me paso por juntarme con el demonio, que me desconocía como su hijo y que no le volviera a dirigir una palabra. Es absurdo.
- ¿Y tu padre? -.
- Creo que lo acepto mejor que mi madre, no se puso como loco, únicamente se quedo serio ¿Y los tuyos?
- Ya lo sabían, quiero decir, sabían que seria yo la que estaría marcada - Ella me sonrió.
- Eso es raro, ningún padre sabe que su hijo sera marcado.
- Mi abuelo, le dijo a mi padre que seria yo - Mire al cielo. Kalona el inmortal caído del reino de la Diosa llego y ahora era el maestro de espadas de la casa de la noche. Baje la mirada y la enfoque en Aileen sus ojos se habían vuelto absolutamente negros, parecían dos enormes huecos vacíos ¡Mierda! ¿Que esta pasando? Ella cayo al piso ¿Que mierda... Que Mierda... QUE MIERDA voy a hacer? La cargue y fui corriendo hasta la enfermería. Su piel estaba fría y al mismo tiempo caliente MUY CALIENTE. La solté. Cayo en la cama boca abajo. Increíble sus ojos aun estaban abiertos. Thanatos entre en la enfermería. ¿Que demonios hacia la vampiresa aquí? Desconfiaba de ella. Escuchaba lo rápido que respiraba Aileen.
- Aaauaa - Grito y su cuerpo se coloco en una extraña forma, pareciera que fuese poseída  Sus manos y pies estaban en la cama pero su abdomen estaba extendido. Se escucho otro grito seguido de que su cuerpo se lanzara solo al otro lado de la habitación ¡Demonios!
- ¿Esta poseída? - escuche... no supe de quien habría provenido la voz.
- No, solamente esta luchando consigo misma - dijo Thanatos y volteo a verme.
-  Hay que salir de aquí  antes de que ella pueda lastimarnos - Antes de cerrar la puerta, la vi, estaba llorando ¿Porque estaba llorando? asimilaba arrullar algo entre sus brazos ¿Se había vuelto loca? ¡Por la Diosa! ¡No no no No no No nO no NO NO! La acababa de recuperar no quería perderle tan pronto
- Deth debes irte, el sol esta por salir, descansa, ella estará bien en nuestras manos - Me dijo una de las enfermeras e hice lo que dijo ¿Que le habrá sucedido? no es normal, 
Nadie avienta su cuerpo como marioneta de un lado a otro sin explicación aparente. No puedo ayudarla. Debo hacerlo.
¿Pero porque le sucedía esto? ¿Su cuerpo estará rechazando el cambio? ¡No! Ella debe estar bien. Estará bien eso desee. Me recosté en la cama y no pode conciliar el sueño, no tenia ganas de dormir, únicamente añoraba estar con ella. Bueno tal vez también protegerla de lo que sea que la dañe, Aileen ¿que demonios te sucede? Como esperaba no hubo respuesta alguna, aunque tratara de cerrar los ojos no podía el hecho de que ella estuviera así me ponía de mal humor ¿Como ayudarla? El ruido estrepitoso proveniente del pasillo me saco por completo de la cama. Sali de la habitación. El sonido provenía de la enfermería Eran gritos ¡Eran de Aileen! Thanatos estaba adentro escuche claramente su voz. Mierda estaba parado en la puerta, gire la perilla. La busque por todos lados, la ventana estaba rota y los rayos de sol estaban saliendo.
- ¡Deth sal de aquí! - Grito Thanatos. Pero no la obedecí  ¡No obedecí a una vampiresa adulta! Camine hasta la ventana, el sol no iba a matarme pero si me causaría daño. Demonios ahí estaba ella... tirada en el suelo y la piel quemándose con el sol, salte por la ventana, era doloroso, mi piel juntada con la suya, todo rostizada, por mas de un momento el dolor me impidió avanzar pero... estaba ella conmigo, no iba a dejarla morir. Con gran esfuerzo corrí como alma que lleva el diablo adentro de la casa de la noche, al estar adentro la baje con cuidado al piso y mis piernas me traicionaron. Mierda era doloroso, mucho mas de lo que recordaba. Estúpido. Hice las cosas sin pensar, ¿Le abre causado mas daño? Toque mi brazo, estaba áspero y la piel quemada se desprendía  asombrado de lo que estaba viendo me pare. La piel de Aileen se estaba reincorporando velozmente, pero aun mantenía los ojos negros. Thanatos bajo, no le dedique una mirada. No podía apartar la vista de lo rápido que se curaba ella.  

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