miércoles, 29 de mayo de 2013

Fuego

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¡He vuelto! Se que es mucho tiempo tres semanas, pero prometo, los capítulos serán mas largos. Ahora son las 10:35 y comienzo. Por cierto si te gusta mi blog suscribete en el circulo de seguidores. Gracias. Deja en los comentarios de donde vez mi blog.

CAPITULO V
FUEGO


Retorcerse no era una buena idea, pero hacia que mitigara el dolor de su maltratado cuerpo. Busco cual ciego a Aileen que yacía a menos de 30 centímetros ciertamente asombrado levanto la cabeza. La piel y las heridas de el cuerpo de la chica estaban desvaneciéndose con el paso de los segundos, hasta terminar de regenerar su piel. Mientras que el... estaba terrible. Aileen se puso de pie y corrió hacia la puerta, de nueva cuenta la sangre emano de entre su piel y sus ojos negros vacíos cambiaron de color. Blanco. Antes de traspasar el umbral de la puerta y salir al sol, miro fijamente a Deth que estaba tirado con una pinta terrible. Sonrió  mientras salia de la casa de la noche y se internaba mas allá durante el día. Atónito con lo que estaba sucediendo, una punzada de dolor recorrió su cuerpo para terminar desmayándose.
Despertó.
Deth estaba recostado boca arriba en la enfermería, aun mareado por lo sucedido, froto levemente sus ojos y comprobó que sus manos estaban vendadas, al igual que parte de su pecho y abdomen. El no podía definir si era dolor o desesperación la que en se momento invadía su cuerpo, palpo sus brazos quitando suavemente el manchado vendaje, la piel estaba áspera seca y cayéndose a pedazos desde la ultima vez que la toco, pero ahora era distinta estaba suave y tersa... prácticamente nueva. Un poco asombrado se erguio con una dificultad que desconocía, pero al instante sus fuertes brazos lo catapultaron hacia arriba, dando un brinco que lo puso de pie. Rápidamente se acomodo la primera camisola que estaba cerca. La enfermera sonrió con amabilidad al ver que el ya estaba mejor. Abandono la enfermería y camino por los pasillos sin rumbo fijo hasta llegar a la cafeteria, ahí estaba Zoey y su grupo. Ellos le llamaron la atención, puesto que habían abandonado la casa de la noche para vivir en un deposito no muy lejos de ahí. También estaba Rephaim el hijo del inmortal caído, el chico que la Diosa perdono por sus malos actos. Lo vivió. Escucho claramente cuando el cuervo daba gritos ahogados para volverse hombre. La Diosa le era real, ella se mostraba ante sus hijos, los hijos de la noche.
Recordó lo que la Aileen de ocho años le había dicho el día que vio por primera vez a un vampiro.
~ Creo que eso es mucho maquillaje para un hombre ~ En ese entonces le había parecido lo mas gracioso del mundo, pero ahora con todo rondandole la cabeza ya no era tan divertido. Una cosa le llevaba a otra, pero siempre, finalmente terminaba pensando en ella. De lo mucho que cambio desde la ultima vez que la vio. Era una niña pequeña con enmarañado chino y largo cabello castaño. Deth la conocía desde que fue una infante, era - tiempo pasado - el mejor amigo de su hermano durante la primaria pero debido a cosas del destino (su madre) lo transfirieron a otra escuela. Y debido que ambos tanto Dan como Deth eran amantes del fútbol, se convirtieron en capitanes de equipos contrarios y rivales a muerte. El había aprendido a dejar morir... TODO incluso a si mismo y la poca humanidad que aun conservaba en su cuerpo. Trato sin éxito de olvidar lo que sentía  Deth tenia la piel  nueva y rosada, pero eso no impedía que el roce del viento le ardiera a la menor provocación.
- ¡Hey chico por aquí! - grito Alex, el compañero de cuarto de Deth. 
- ¿Chico? Creo ser mas que solo un chico.
- Ya, quiero decir, has estado ausente últimamente.
- He tenido cosas que hacer, no fue por gusto propio.
- ¿Que te ocurre? - Deth Gruño - Sabes cuando estés de mejor humor hablaremos - Se culpo a si mismo por su arrogante actitud. Al salir del comedor vio la pipa funeraria de Dragon. Su maestro de espadas. Y la tristeza embargo su rostro, después de todo Dragon era su mentor y profesor favorito. El le había reconocido su don. Recordó que una vez el le había dicho que nunca fue mejor de joven. Deth solo sabia que el había puesto su vida en peligro para salvar a Rephaim de Aurox y terminar muerto, como ahora lo estaba. Zoey había tratado de explicar lo sucedido. Pero Deth se guiaba con causas y consecuencias. CAUSA: Aurox CONSECUENCIA: Muerte. Desde luego, el había adoptado desde niño el papel del hermano mayor con Aileen y debía protegerla ante cualquier amenaza. ¿Pero donde estará ella? solo sabia que salio a plena luz del día mientras su piel recién sanada se tornaba escarlata. Golpeo levemente la pared. Thanatos toco su hombro. Salto un poco incomodo con todo esto.
- Se dice que las reacciones delatan como tenemos nuestra conciencia - dijo Thanatos poniendo aun mas nervioso a Deth con todo esto.
- En efecto - soltó. La gran vampiresa sonrió. Dejando una nueva interrogante en la cabeza de el. ¿Porque había sonreído? Todas las extrañas actitudes lo hicieron titubear.
- De hecho no he venido a hablar sobre eso - dijo haciendo una larga pausa dejando de nuevo el nerviosismo sobre el - Si no de Aileen. Morirá lo sabes. Debes ir por ella - Deth trago saliva.
- ¿Ir por ella? ¿Sabe usted donde esta? - Thanatos sonrió nuevamente.
- No.
- Entonces... ¿como quiere que vaya por ella si ni siquiera se donde esta? - Camino por el largo del pasillo fustrado por no obtener respuesta.
- Tu sabes donde estas... Saldrás hoy con Erik, a medianoche se reunirán conmigo en el comedor - La vampiresa se marcho dejando solo a Deth -  ¿Porque tendría que ir con Stark? Nunca lo he conocido lo suficiente - pensó - ¡No tengo la menor idea de donde pueda estar ella - Tiro de golpe sus cosas al piso. Cabreado consigo mismo. Con nadie mas. Alex lo miro fijamente.
- Eres un idiota - soltó sin medir o frenar sus palabras.
- Igual tu.
- No, enserio eres un idiota, esas chamara era mía - Un poco calmado se hecho a reír  En ese instante Erik entro por la puerta de la habitación. Deth dedico un mirada a su compañero y se fue con Erik al comedor.
Thanatos estaba ahí, con su seria mirada habitual.
- Seguramente ella se estaba muriendo - dijo Erik en un tono dramático. Ocultándole algo a Deth - Y debido a que no estabas aquí a media noche ella este muerta - Esa palabra retumbo en los oídos de Deth, haciendo que se molestara y a la vez fue tranquilizadora - Espero que por lo menos sepas donde esta.
- Es hora de que se vayan - Deth tiro de el brazo de Erik. Y caminaron a la oscura noche, el aire estaba helado. Mas se miraron con resentimiento y siguieron con su rumbo. Todos estaban en clase, claro, excepto ellos que debían buscar a la chica. Recorrieron la escuela en tiempo récord, mas no había un solo indicio de ella. No planeaban ir con Thanatos sin Aileen. A si que salieron mas allá de la casa de la noche. Caminando. El tiempo pasaba veloz y ellos tenían mucho menos tiempo, también debían regresar a casa antes de la abaldia. Estaban cansados después de caminar por cinco horas. No iban a regresar, el día estaba por salir. Hasta que la vieron, tumbada a siete metros de ellos, con una pinta horrible, no tenia piel lastimada pero... su rostro se veía afligido, sucio y muerto. Mantenía aun los ojos abiertos absolutamente negros. Sin un reflejo, sin una chispa, sin... alma. Su cuerpo no se movía, solo respiraba e incluso ni siquiera estaban seguros de que lo hiciera por que hasta ese momento no habían escuchado una respiración. Cargándola en sus brazos, corrieron a la Casa De La Noche. Con la suerte a su favor, llegaron justo antes de la salida del sol



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domingo, 5 de mayo de 2013


Feliz encuentro.
Para aclarar las dudas, los capítulos los subiré cada TRES SEMANAS los miércoles. 
Por su atención. Gracias.

jueves, 2 de mayo de 2013

Deth

Capitulo IV
Frustracion


La reconocí cuando entro, su piel morena cegó mis ojos y el danzar de su cabello con el aire me cautivo. ¡Por la Diosa cuanto había cambiado! Fue como una oleada de emociones golpearan mi rostro y me hicieran dar un mortal hacia atrás ¿Que esta haciendo ella en mi? Solo el impulso me llevo a caminar por los comedores hasta llegar a ella. Imbécil... ¿Ahora que debía hacer?
- ¿Aileen eres tu? - Sonreí ¿Que demonios estaba haciendo? Oh esto es una mierda. Claramente era ella.
- ¡Oh Deth! - Cruzo sus brazos en mi cuello. Ella olía a orquídeas negras y tulipanes, me fue diferente y de gran sorpresa. Pero había algo que sentía que no andaba nada bien. La mire a los ojos, no estaba ese hermoso color miel que solía tener, eran negros con pupilas blancas. ¿Porque cambiaron de color?
- Demonios - trate de decirle lo menos sobresaltado posible, en sus ojos detono un hilo escarlata. ¿Uhm escarlata? oh y su marca plateada ¿Plateada?
- Shaylin... te veo en el dormitorio, y si se como llegar. Gracias - Las miradas perdidas de los demás chicos, llamaron mi atención. Siete numero de la suerte, en este caso es al revés. Idiota nuevamente. Caminamos hasta el patio de atrás sin decirnos nada, la luna estaba completa, erradiando la belleza que siempre nos acompaña, su manto embellecedor cubría la casa de la noche con extraño afán. Diferente a todo los días que había estado ahí, fuese como si la Diosa se alegrara de ver a Aileen, mire su estatua y vi claramente como nos sonreía. Intrigado. ella era realmente especial para Nyx.
- Ha pasado mucho tiempo desde que te vi en el auto.
- Cuatro años, eras una niña - La conversación se tenso.
- ¡Claro! ¿pues que quería que fuera? ¿Hombre? nah para nada - Su risa era contagiosa. Aunque tratara de no verla fijamente no podía.
- No por supuesto que no - Trate de no mirar sus ojos.
- Es raro que no me hayas preguntado sobre mis ojos... Gracias pero aun así te lo diré - Me acerque un poco mas a ella.
- De acuerdo, no me opondré a ello.
- Realmente no tengo la menor idea porque mis ojos cambiaron de color - se quedo un momento pensativa -   solo se que cuando los abrí, Sandra me dijo que su color era distinto.
- ¿Sandra la que odiabas? - Fue una gran sorpresa que ella pronunciara su nombre con tanta naturalidad.
- Recuerda que el tiempo cambia las cosas, deteriora lo material y agranda los sentimientos, nunca odie a Sandra, solamente no tenia el tiempo para conocerla mejor.
- Me parece raro que provenga de ti y en efecto tienes razón sobre lo que dijiste - Ella se encogió de hombros y me miro.
- ¿Como aceptaron tus padres el hecho de que fuiste marcado Deth? - Sentí la curiosidad crecer dentro de ella esperando a que yo le dijera algo.
- Para nada bien, mi madre es una mujer de fe cristiana y me dijo que eso me paso por juntarme con el demonio, que me desconocía como su hijo y que no le volviera a dirigir una palabra. Es absurdo.
- ¿Y tu padre? -.
- Creo que lo acepto mejor que mi madre, no se puso como loco, únicamente se quedo serio ¿Y los tuyos?
- Ya lo sabían, quiero decir, sabían que seria yo la que estaría marcada - Ella me sonrió.
- Eso es raro, ningún padre sabe que su hijo sera marcado.
- Mi abuelo, le dijo a mi padre que seria yo - Mire al cielo. Kalona el inmortal caído del reino de la Diosa llego y ahora era el maestro de espadas de la casa de la noche. Baje la mirada y la enfoque en Aileen sus ojos se habían vuelto absolutamente negros, parecían dos enormes huecos vacíos ¡Mierda! ¿Que esta pasando? Ella cayo al piso ¿Que mierda... Que Mierda... QUE MIERDA voy a hacer? La cargue y fui corriendo hasta la enfermería. Su piel estaba fría y al mismo tiempo caliente MUY CALIENTE. La solté. Cayo en la cama boca abajo. Increíble sus ojos aun estaban abiertos. Thanatos entre en la enfermería. ¿Que demonios hacia la vampiresa aquí? Desconfiaba de ella. Escuchaba lo rápido que respiraba Aileen.
- Aaauaa - Grito y su cuerpo se coloco en una extraña forma, pareciera que fuese poseída  Sus manos y pies estaban en la cama pero su abdomen estaba extendido. Se escucho otro grito seguido de que su cuerpo se lanzara solo al otro lado de la habitación ¡Demonios!
- ¿Esta poseída? - escuche... no supe de quien habría provenido la voz.
- No, solamente esta luchando consigo misma - dijo Thanatos y volteo a verme.
-  Hay que salir de aquí  antes de que ella pueda lastimarnos - Antes de cerrar la puerta, la vi, estaba llorando ¿Porque estaba llorando? asimilaba arrullar algo entre sus brazos ¿Se había vuelto loca? ¡Por la Diosa! ¡No no no No no No nO no NO NO! La acababa de recuperar no quería perderle tan pronto
- Deth debes irte, el sol esta por salir, descansa, ella estará bien en nuestras manos - Me dijo una de las enfermeras e hice lo que dijo ¿Que le habrá sucedido? no es normal, 
Nadie avienta su cuerpo como marioneta de un lado a otro sin explicación aparente. No puedo ayudarla. Debo hacerlo.
¿Pero porque le sucedía esto? ¿Su cuerpo estará rechazando el cambio? ¡No! Ella debe estar bien. Estará bien eso desee. Me recosté en la cama y no pode conciliar el sueño, no tenia ganas de dormir, únicamente añoraba estar con ella. Bueno tal vez también protegerla de lo que sea que la dañe, Aileen ¿que demonios te sucede? Como esperaba no hubo respuesta alguna, aunque tratara de cerrar los ojos no podía el hecho de que ella estuviera así me ponía de mal humor ¿Como ayudarla? El ruido estrepitoso proveniente del pasillo me saco por completo de la cama. Sali de la habitación. El sonido provenía de la enfermería Eran gritos ¡Eran de Aileen! Thanatos estaba adentro escuche claramente su voz. Mierda estaba parado en la puerta, gire la perilla. La busque por todos lados, la ventana estaba rota y los rayos de sol estaban saliendo.
- ¡Deth sal de aquí! - Grito Thanatos. Pero no la obedecí  ¡No obedecí a una vampiresa adulta! Camine hasta la ventana, el sol no iba a matarme pero si me causaría daño. Demonios ahí estaba ella... tirada en el suelo y la piel quemándose con el sol, salte por la ventana, era doloroso, mi piel juntada con la suya, todo rostizada, por mas de un momento el dolor me impidió avanzar pero... estaba ella conmigo, no iba a dejarla morir. Con gran esfuerzo corrí como alma que lleva el diablo adentro de la casa de la noche, al estar adentro la baje con cuidado al piso y mis piernas me traicionaron. Mierda era doloroso, mucho mas de lo que recordaba. Estúpido. Hice las cosas sin pensar, ¿Le abre causado mas daño? Toque mi brazo, estaba áspero y la piel quemada se desprendía  asombrado de lo que estaba viendo me pare. La piel de Aileen se estaba reincorporando velozmente, pero aun mantenía los ojos negros. Thanatos bajo, no le dedique una mirada. No podía apartar la vista de lo rápido que se curaba ella.